A cinco meses de los homicidios, la Compañía de Jesús en México lamentó que la inseguridad prevalezca en la Sierra Tarahumara
A cinco meses del asesinato de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, en Chihuahua, los jesuitas de México lamentaron que el caso siga impune y que la inseguridad prevalezca en la Sierra Tarahumara.
En un comunicado, la Compañía de Jesús en México criticó que, a más de 150 días de los homicidios, “la paz no ha llegado a Cerocahui, contrario a lo que recientemente declaró la Secretaría de Seguridad Pública Estatal”.
“En la comunidad prevalece la inseguridad, el miedo de que la situación quede en el olvido y de que el perpetrador regrese a la zona. Reiteramos, mientras no haya justicia no se podrá hablar de paz y reconciliación”, aseveró.
Los jesuitas hicieron un llamado a los diferentes niveles de gobierno “para continuar con la seguridad en el territorio serrano” y “para avanzar hacia la justicia que tanto añoran las comunidades”.
Asimismo, se sumaron al manifiesto de la Diócesis Tarahumara, que ha convocado a construir “un país donde verdaderamente reine la verdad y la justicia que nos lleven a la verdadera paz y amor”.
Es de recordar que Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados el mes de junio, en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua, cuando trataron de auxiliar a un hombre herido.
A la fecha, el sujeto identificado como el asesino de los párrocos, José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, no ha sido detenido, pese a que las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 5 millones de pesos a quien aporte información sobre su paradero.