El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseveró este jueves que ya se tienen “todas las pruebas” que revelarán la verdad sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Ya sabemos lo que sucedió, nos faltan algunas cosas para complementar [la investigación], porque acuérdense que es también un proceso judicial: se pueden tener las pruebas pero hay que certificarlas y validarlas”, dijo el mandatario en su habitual conferencia matutina.
López Obrador recalcó que desde el Gobierno no quieren apresurarse para presentar el informe final, aunque aseguró que este mismo año se conocerá lo que ocurrió aquella noche de septiembre de 2014, cuando miembros de la Policía y del Ejército atacaron a un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Iguala.
“Ya tenemos mucho avance, que es una de las demandas incumplidas o de los compromisos que hice, que no he podido cumplir”, admitió el presidente mexicano. No obstante, reiteró: “Este año va a quedar ya lo de Ayotzinapa”.
Casi 20.000 folios de evidencia
La semana pasada, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, detalló que ese organismo había entregado más de 18.845 folios con evidencia documental sobre el caso Ayotzinapa a los entes investigadores.
Desde su campaña a la presidencia, López Obrador se había comprometido a buscar la verdad sobre lo ocurrido, luego de que se derrumbara la versión oficial que había entregado el Gobierno de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
Tanto el caso como la investigación han estado envueltos en numerosos cuestionamientos, no solo por organismos especializados sino también por los familiares de la víctimas, que han denunciado cuestiones como la manipulación de pruebas, el ocultamiento de evidencia, las presiones para proteger a los responsables y el desdén burocrático.
Derrumbe de la “verdad histórica”
La madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2014, los normalistas fueron secuestrados después de una persecución en la que ya se ha comprobado que participaron policías municipales, estatales, federales y el Ejército.
Para cerrar el caso, el Gobierno de Peña Nieto dio a conocer lo que el procurador Jesús Murillo Karam bautizó como “la verdad histórica”, que aseguraba que policías municipales habían secuestrado y entregado a los estudiantes a miembros del Cártel Guerreros Unidos, quienes los mataron y quemaron en el basurero de Cocula y luego los tiraron en el Río San Juan.
Desde entonces, tanto el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de Ayotzinapa como el Equipo Argentino de Antropología Forense desmintieron a las autoridades porque no había evidencia que sustentara esta tesis, que terminó siendo “la mentira histórica”.
En marzo de este año, el GIEI terminó de derrumbar la versión ofrecida por el Gobierno de Peña Nieto al dar a conocer videos que comprueban que las autoridades, incluida elementos de la Marina, manipularon el basurero para hacer creer que ahí habían quemado a los estudiantes.