Video: |‘El Chueco’ narra su versión de los hechos en Cerocahui, “cuando llegué ya estaban muertos los sacerdotes Jesuitas”

“Me meto corriendo y cuando entro, lo primero que miro, a un chavalo con la pistola en la mano”.

Comenta que lo regañó por lo que había hecho y entonces revisó los cuerpos para ver si tenían aún signos vitales y solo confirmó que habían fallecido.

“En eso volteo para arriba y el cura estaba sonriendo. Me dio coraje verlo reír”, expuso.
Posteriormente el supuesto homicida, amenazante, le advirtió que se retirara del lugar o terminaría mal la cosa. “Él traía la pistola en la mano y por eso me retiro”.