Entraron al pueblo de San Pablo, hoy Meoqui, por el Camino Real de Tierra Adentro pasando por las comunidades de la cordillera y descansando en el Cuartel Militar de la cabecera.
SAN PABLO, hoy ciudad Meoqui, Chihuahua, se considera un lugar rico en historia donde muchos hechos y anécdotas que sucedieron a nivel nacional o estatal se vinculan con lo local, por ello somos un lugar con analogía histórica, donde esos hechos tienen su importancia y trascendencia que todos debemos conocer y compartir.
Ruta de Hidalgo, en la que, El Generalísimo de Las Américas, en su lucha por la Independencia Nacional, tuvo un pasaje histórico en el pueblo de San Pablo, hoy ciudad Meoqui, a dónde llegó preso junto con los insurgentes Allende, Aldama, Jiménez y Abasolo, cruzando el Camino Real de Tierra Adentro por las comunidades de: El Torreón, Los García, Guadalupe Victoria, Loreto, Las Puentes y Los Jáquez, hasta llegar a la cabecera, en donde percnotaron en el Cuartel Militar.
Miguel Hidalgo y Costilla, el padre de la patria, inicia su Ruta por la Independencia en Dolores Hidalgo Guanajuato, un 15 de septiembre de 1810. Con la proclamación de la Independencia y el grito de Dolores tuvo una resonancia extraordinaria con el pueblo mexicano, al grado que obtuvo triunfos inmediatos con el apoyo de comerciantes, albañiles, agricultores, artesanos y pueblos indígenas, entre otros.
No obstante, respaldado por la fuerza militar de Ignacio Allende, Hidalgo sosteniendo un estandarte de la Virgen de Guadalupe, inicio una escalada de victorias militares.
La cercanía de Calleja a Guadalajara hizo que los Insurgentes se fortificaran y retiraran, al norte, sin embargo, en puente de Calderón se produjo una batalla y el capitán Elizondo los traiciono y así sufren la derrota final y muy dolorosa con Hidalgo al frente, donde Allende, Abasolo, Jiménez, y Aldama fueron sorprendidos y apresados junto con Hidalgo en Acatita de Bajan, Coah.
Hasta ahí llevaba 167 días de líder del movimiento Insurgente.
Ahí prácticamente todo el ejército insurgente quedo sometido y fue dividido en dos partes, una parte la llevaron al sur y otra parte donde iba Hidalgo y los principales insurgentes, al norte.
El objetivo era mandar un mensaje a la población de lo que podía pasar por levantarse en armas, sobre todo en el norte, donde estaba alejado de los levantamientos y escándalos del sur.
Ahí mismo fueron encadenados y arrastrados exhibiendolos por cada comunidad, como en Ciénega Grande Coah. Hacienda de San Lorenzo, Álamo de Viesca, cruzaron el Rio Nazas en Chalan, pasan por san Sebastián y Mapimi un 5 de abril, y de ahí parten al norte, pasando por varias comunidades de Coahuila y Durango, y por Escalón Chih., por Santa María de las Caldas de Guajoquilla, hoy Jiménez; por Santa Rosalía, hoy Camargo; por La Hacienda de San Marcos, hoy Saucillo y entran al pueblo de San Pablo, hoy Meoqui, por la ruta donde está la comunidad de Nuevo Loreto, ahí pasan por la rivera del Rio Conchos y llegan a la Junta de los Ríos Conchos y San Pedro en El Torreón, un punto de vigilancia de las grandes extensiones de tierras y bosques de las Haciendas que ahí se formaron, de ahí pasan por el Rancho de Los García, y se dirigen a Guadalupe Victoria, Loreto y Las Puentes; tal vez, el último caserío antes de llegar a San Pablo fue La Otra Banda o Colonia Francisco Portillo, hoy conocida como “Los Jáquez”.
Los habitantes de estos lugares los vieron pasar, extrañados y conmovidos por las trazas andrajosas, con múltiples golpes y heridas de los Insurgentes y más, por la imagen cansada y triste del Padre de La Patria quien nunca desfalleció y soportó todos los castigos en su trayectoria, de manera altiva y estoica, hasta su destino y ejecución.
Llegaron la tarde del 20 de abril de 1811 al pueblo de San Pablo, hoy ciudad Meoqui, en aquel momento el lugar más grande y con presidio militar de la región.
Llegaron con un alboroto inusual debido a la importancia de los reos y al número de efectivos militares del ejército realista, lo que hizo que prácticamente toda la comunidad se hiciera presente y se concentrara a la llegada de los militares y reos.
Al arribar los militares, cercaron el lugar para evitar algún problema con la población, precisamente en este lugar donde convergen la calle Degollado y Calle Hidalgo antes el camino Real del este y del sur respectivamente, aquí estaba el cuartel y presidio de San Pablo.
Era un verdadero espectáculo, pero la figura andrajosa, cansada, el rostro demacrado pero sereno y altivo de Hidalgo, llamó poderosamente la atención.
Esa misma noche dispusieron que los reos fueran aseados para no confundirlos en el juicio en San Felipe y llamaron al único peluquero del pueblo.
Don José María Altamirano o Chemaria, mozo de guarnición, mandadero, aguador, cuidador de caballos y peluquero, fue llamado por los guardias a su vivienda que estaba a dos cuadras de la misión y sin dilatación Chemaria agarró sus enseres y se dirigió al cuartel y presidio, dónde hizo lo conducente y donde el Generalísimo de Las Américas pagó su amabilidad con el último botón de oro de lo que quedaba de su chaqueta.
Al día siguiente muy temprano, 21 de abril partieron a san Felipe, ahí en San Felipe duraron hasta el 30 de julio donde fueron fusilados y cercenadas sus cabezas, y trasladadas en picas, hasta la alhóndiga de Granaditas en Guanajuato donde inicio la llama por la independencia.
HIDALGO duro 131 días como prisionero hasta su ejecución, lo juzgaron y ejecutaron públicamente pero nunca desfalleció ni sintió cobardía, al contrario, al ofrendar su vida se inician otras etapas más duras y sangrientas que permite que la Independencia y la Libertad sea una realidad en nuestro país.
Finalmente, la Independencia se consumó el 27 de septiembre de 1821, al firmar España al acta de Independencia de México.
Por Francisco González Carrasco/Cronista de Meoqui