Cientos de manifestantes asaltaron este martes la sede del Parlamento de Kenia en Nairobi e incendiaron una parte del edificio, donde esta mañana(ayer) se debatía un proyecto de ley avalado por el Gobierno que contempla subir impuestos y crear otros y que ha generado una ola de protestas impulsada por jóvenes en todo el país.
Este fue el ataque más directo contra el gobierno en décadas. Periodistas vieron al menos tres cadáveres fuera del complejo donde la policía disparó, y personal sanitario reportó la muerte de cinco personas y más de 30 heridas. Los enfrentamientos se extendieron a otras ciudades. No había reportes sobre detenciones hasta el cierre de esta edición.
La oficina del gobernador de Nairobi, miembro del partido gobernante, también estuvo brevemente en llamas. Se utilizaron cañones de agua de la policía para extinguir el fuego. Se podía escuchar a los manifestantes gritar: ¡Vamos por todos los políticos!
Los acontecimientos de hoy (ayer) marcan un punto de inflexión crítico sobre cómo respondemos a las amenazas a nuestra seguridad nacional, dijo Ruto, que calificó los hechos de traición y prometió sofocar los disturbios cueste lo que cueste.
El ministerio de Defensa dijo que el ejército fue desplegado para apoyar a la policía durante la emergencia de seguridad y la invasión de infraestructura crítica.
La principal coalición de oposición, Azimio, acusó al gobierno de desatar su fuerza bruta contra los hijos de nuestro país.