La tasa de inflación de Alemania sigue creciendo en mayo, con precios al consumidor un 7,9% más altos que en el mismo mes de 2021, anunció el lunes (30.05.2022) la Oficina Federal de Estadística Destatis, que presentó sus datos preliminares. Es la tasa de inflación más alta desde principios de 1974. Los precios de la energía, un 38,3% más altos que en mayo del año pasado, y los de los alimentos, un 11,1%, protagonizan las mayores subidas.
En abril, el país llegó al 7,4%, que fue el nivel más alto desde la reunificación en 1990, luego de registrar un 7,3% en marzo. Más que cualquier otro factor, los precios de la energía, considerablemente más altos, están alimentando la inflación, y la guerra en Ucrania ha intensificado esta tendencia.
Las tasas de inflación más altas reducen el poder adquisitivo de los consumidores y elevan la presión fiscal que suponen los impuestos. El gobierno alemán ha elaborado dos paquetes por valor de miles de millones de euros para ofrecer alivio a los consumidores. Los analistas esperan una tasa de inflación promedio de más del 6% en la economía más grande de la Eurozona para 2022 en su conjunto. Esta sería la inflación más alta desde 1990.
En otro informe, también del lunes, la oficina dijo que los ingresos de la gente en Alemania cayeron un 1,8% en términos reales en el primer trimestre de este año en comparación con el año anterior como resultado de la inflación, que compensó con creces un aumento nominal del 4%.
Poco antes de publicarse estos datos, el ministro de Finanzas, Christian Lindner, dijo que “la principal prioridad debe ser combatir la inflación”. “La inflación es un riesgo económico enorme y debemos combatirla para que no surja una crisis económica, para que no se desarrolle una espiral a través de la cual la inflación se retroalimente”, dijo Lindner.