Las pugnas grupales y familiares dentro del Cártel de Sinaloa rebasaron el liderazgo de Ismael “El Mayo” Zambada, recién detenido en Estados Unidos junto con Joaquín “El Chapito” Guzmán López, uno de los hijos de su socio “El Chapo” Guzmán Loera, con el que fundó la conocida organización criminal.
En Chihuahua, de acuerdo con fuentes de inteligencia de las corporaciones federales y estatales, el cártel ha logrado tener presencia en prácticamente todo el estado, pero con mayor dominio en unos 32 municipios, con delitos que van desde el tráfico de personas hasta la tala ilegal, pasando por la producción, distribución y venta de drogas.
Sin embargo, las fracturas dentro del cártel y sus grupos denominados como “Gente Nueva”, con ligeras variaciones, podrían acelerarse con la captura de “El Mayo”, especialmente en zonas que se han vuelto críticas como el Valle de Juárez, la capital del estado y los municipios que conforman el llamado ‘Triángulo Dorado’ de las drogas.
Junto con la familia de Guzmán Loera, “El Mayo” mantenía el liderazgo del Cártel de Sinaloa, cuya operación a través de células –que en el caso de Chihuahua son conocidas como “Gente Nueva” en diferentes regiones desde hace casi dos décadas– le ha provocado rupturas y enfrentamientos internos por el control de determinadas plazas.
Algunos informes federales ubican como líderes en la cúspide de la organización criminal a Zambada García, a los hijos de “El Chapo”, desde Joaquín y Ovidio hasta Alfredo e Iván, y otra parte de la familia de Guzmán Loera, encabezada por su hermano Aureliano “El Guano”.
Además, en niveles altos de la organización aparecen Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, hijo de “El Mayo” y Sergio Valenzuela Valenzuela, alias “El Yiyo”, buscado por Estados Unidos, quienes podrían ser sucesores en la facción de Zambada García.
El recién detenido en El Paso fue parte de esta fragmentación de grupos dentro del cártel, pero eso no le impidió extender sus células especialmente en el llamado Triángulo Dorado que conforman las sierras de Chihuahua, Sinaloa y Durango, además de otras poblaciones urbanas que pudo conocer desde que inició con actividades criminales en la década de los setenta, que luego continuó aliándose con “El Chapo” hasta su última captura y extradición a Estados Unidos.
Pugnas del cártel y la sombra de Zambada
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía del Estado, la captura de “El Mayo” en Estados Unidos puede provocar que se intensifiquen las pugnas internas del Cártel de Sinaloa, que ya tienen vigentes desde hace varios años en diferentes regiones del estado.
Desde hace más de una década, dos territorios en la región más intrincada de la sierra, como Guachochi y Batopilas, persiste una batalla entre familias que lideran facciones del mismo cártel, pero están enfrentadas a muerte tanto por razones personales como de negocios ilícitos.
El control de los territorios lo disputan Servando Meza, alias “El 21” y otras cabecillas en municipios como Chínipas, Guazapares y Uruachi, bajo el control de Los Salazar, cuya presencia se extiende a regiones del estado vecino de Sonora.
Además, en Guachochi se ha recrudecido la batalla interna entre el grupo que había logrado mayor dominio, encabezado por Melquiades Díaz Meza, alias “El Chapo Calín”, quien fue asesinado en una emboscada el año pasado, presumiblemente por el grupo rival interno de “Los Reyes”.
Esta batalla también es reflejo de las divisiones de la Gente Nueva–cártel de Sinaloa, que hace menos de un mes dio señales de seguir vigente, cuando en varias narcomantas colocadas en Guachochi fue amenazado el sucesor de “El Chapo Calín”, Guadalupe L., alias “El Palapas”, por otro grupo de la misma organización que estaría encabezado por Alberto H., alias “El Cheyenne”.
En Guadalupe y Calvo y los municipios de la región sur, por otra parte, las peleas del cártel han tenido repercusiones locales y regionales como producto del choque entre “El Guano” y “Los Chapitos”, es decir, entre el hermano y los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
En esta región, que abarca también comunidades de Sinaloa, los hijos de “El Chapo” podrían enfrentar mayores ataques de “El Guano” con “El Mayo” fuera de las operaciones del cártel, independientemente de quién resulte su sucesor.
En todos los casos de la operación del cártel en la región serrana, la influencia de Zambada era mayor, debido a su arraigo “en el monte” y su conocimiento por décadas de las familias a cargo de controlar los negocios ilícitos en amplias zonas de los estados que conforman el Triángulo Dorado.
Grandes zonas urbanas en conflicto
Otras fuentes federales identifican en las grandes zonas urbanas del estado posibles conflictos que puedan reforzarse con la captura de Zambada. Juárez, especialmente hacia la zona del valle que conforman los municipios de Praxedis G. Guerrero y Guadalupe Distrito Bravos, es el territorio al que estaba limitado el Cártel de Sinaloa, en alianzas con la pandilla de “Los Mexicles”, pero también con grupos de los conocidos como “Los Mayitos” y “Los Chapitos”.
De acuerdo con las fuentes, si la detención en Estados Unidos es interpretada como una debilidad, es posible que grupos rivales pretendan ganar el territorio; y si la detención es interpretada al interior del cártel como producto de una traición de “Los Chapitos”, también es probable que haya repercusiones violentas de los liderazgos leales a “El Mayo”, para iniciar una batalla interna.
Por otra parte, en la ciudad de Chihuahua ha sido constante el enfrentamiento entre grupos del Cártel de Sinaloa que buscan el control de la capital, según lo que han revelado las investigaciones de las corporaciones federales y estatales.
Esta confrontación tuvo uno de sus episodios más violentos el jueves de la semana pasada, cuando Manuel Villicaña Pacheco, alias “El Largo Pol”, fue asesinado instantes después de salir del Cereso de Aquiles Serdán. La víctima era integrante del Cártel de Sinaloa, identificado desde 2018 como sucesor de Manuel Arzola Campos, alias “Don Meny” quien, junto con sus hermanos Francisco, Gerardo y Héber, mantuvo el control de la distribución de cristal en la ciudad durante varios años, particularmente en el sector norte.
“El Largo” fue capturado en agosto de ese año, procesado por portación de armas y droga en el fuero federal e ingresado a Aquiles Serdán, donde presumiblemente se alió con Enrique L. A., alias “El Cumbias”, otro presunto integrante del Cártel de Sinaloa que, tras haber logrado la libertad, fue reaprehendido en 2023 también por delitos contra la salud y portación ilegal de arma de fuego.
Ambos tienen vínculos con el grupo de Gente Nueva de Los Salgueiro, que comanda “El Guano”, el cual tiene mayor presencia en la sierra de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua y en Badiraguato, Sinaloa, y que busca retomar el control de la capital, arrebatado por Salvador Humberto S. V. M., alias “El Verín” o “El Señor de la V”, al norte, y Luis Carlos V. R., alias “El Topo”, al sur, y quienes responden a las órdenes de otro jefe del Cártel de Sinaloa que opera en Guadalajara.
Presencia en casi todo el estado
Pese a las pugnas internas, el Cártel de Sinaloa tiene presencia en prácticamente todo el estado, aunque en algunos municipios es casi imperceptible debido al dominio del
Cártel de Juárez u otras células. Pero existe un reporte federal que lo considera dominante en alrededor de 46 municipios, aunque por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y algunas fuentes militares, sólo están identificados líderes y operaciones en 32 municipios de la entidad.
El cártel que encabezó “El Mayo” junto con “El Chapo”, tiene presencia en la región de Guachochi, Morelos y Nonoava, con dos facciones que pelean el control; en Batopilas con otra célula; en Chínipas, Guazapares y Uruachi con la Gente Nueva de Los Salazar y en Urique, Moris y Ocampo con al menos tres cabezas con capacidad de desplazamiento constante en toda la intrincada región.
Además, en Bocoyna, Guerrero y Carichí está identificada la operación de “El Zafiro” Eddy Zafiro Ibarra, como cabeza del grupo; mientras que en Madera, Temósachic, Matachí y comunidades de Gómez Farías, son ubicados los grupos de “Los Lobos” y la Gente Nueva del Jaguar.
En la región de Cuauhtémoc y municipios aledaños, ha sostenido cierto control de las plazas la llamada Gente Nueva de El Tigre; y en la capital del estado, bajo disputa, son considerados líderes “El Verín” y dos aliados más en diferentes zonas de la ciudad.
Asimismo, está identificada como gran zona de operación la región de Guadalupe y Calvo, así como los municipios del sur de la entidad; mientras que en la frontera es el Valle de Juárez la región donde tiene mayor presencia.