La autosuficiencia alimentaria es actualmente una emergencia nacional: SADER, ante la ausencia de lluvias en la Sierra Tarahumara, buscan resolver siembra de temporal con capacitación a productores indígenas por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Aunque no hay actualmente una declaración formal de emergencia alimentaria en la Sierra Tarahumara, el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) ha decretado una emergencia nacional debido a la falta de insumos agrícolas como los fertilizantes por la guerra Rusia-Ucrania; sumado a lo anterior, la sequía en la región serrana, donde hay 44 mil productores indígenas esperando las primeras lluvias para sembrar su temporal de maíz, calabaza y frijol.
La emergencia nacional alimentaria fue recordada este 25 de mayo en el municipio de Guachochi durante la visita de Víctor Suárez Carrera, Subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), quien en una visita poco difundida, anunció el inicio de la estrategia nacional para contener los estragos de la sequía y la falta de insumos agrícolas.
En Guachochi anunció además un programa de capacitación que pretende llegar a los 44 mil productores tarahumaras, con el fin de mejorar sus técnicas de siembra y hacer producir más a sus parcelas.
Ahí, el subsecretario Suárez Carrera señaló que la Sierra Tarahumara es una prioridad para el Gobierno Federal, esto debido a su grado de marginación y olvido ancestral de sus pobladores, recordando que en el año 2020 se invirtieron 247 millones de pesos entre los 44 mil productores tarahumaras.
Ahora el reto es igualar ese apoyo, expresando que a la fecha se han entregado 28 mil 211 apoyos del programa Producción para el Bienestar a igual número de tarahumaras, pero urgieron la presencia de otros 3 mil 209 que no se han acercado a recoger sus apoyos, que suman en total 13 millones de pesos.
Ante esto se ha solicitado a José Miguel Yáñez Ronquillo, presidente municipal de Guachochi, que a través de la Presidencia Municipal se pueda convocar a estos productores de la región para que acudan por su apoyo.
La estrategia fue anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 13 de mayo en una gira en Guadalupe, Nuevo León donde señaló que, aun cuando se fomentó la actividad agrícola y ganadera desde el principio del gobierno “ahora es urgente, necesario, porque se está presentando un fenómeno de inflación, de carestía, están subiendo los precios de los alimentos y tenemos que, entre todos, todas y desde abajo, hacerle frente a este desafío y lo mejor es la producción”.
La estrategia, expuso el mandatario, consiste principalmente en respaldar a los pequeños y medianos productores. Llamó a extensionistas, agrónomos, beneficiarios de Sembrando Vida y Servidores de la Nación a participar en este esfuerzo conjunto que beneficiará al pueblo de México.
En la Sierra de Chihuahua ya se distribuyeron apoyos a 28 mil 211 productores mediante el programa Producción para el Bienestar, pero todavía 3 mil 209 productores no han acudido por sus apoyos, señaló Ismael Carrillo, vocero de la delegación del Bienestar en Chihuahua.
Por su parte Nicolás Víctor Martínez Juárez, representante en Chihuahua del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), indica que el Gobierno Federal tiene 12 programas atendiendo las carencias que en estos momentos sufren los más desprotegidos, entre ellos los pueblos originarios de la Sierra Tarahumara.
Nosotros hemos reiniciado el apoyo a las 135 casas de la niñez o albergues escolares en la Sierra, donde atendemos a 9 mil niños y niñas, dijo, esta es una forma de apoyar la alimentación en estas zonas apartadas, ya que los infantes reciben alimento durante toda la semana durante su estancia en los albergues, dijo.
Entendemos que hay por el momento una preocupación por la falta de lluvias, a lo que se le suma la migración dentro del estado de parte de los tarahumaras que acuden a los municipios de Jiménez, Camargo, Delicias, Cuauhtémoc a trabajar en las zonas de cultivo, esperando hacerlo en las propias mientras llegan las lluvias para la siembra de maíz, frijol y calabaza de temporal.