China lanzó un cohete espacial de más de 20 toneladas que realizará un reingreso descontrolado a la Tierra, advirtieron científicos.
Este martes, la Administración Espacial Nacional de China (CNSA por sus siglas del inglés) lanzó el tercer y último módulo experimental de la Estación Espacial Tiangong, Mengtian, a bordo de un cohete Gran Marcha 5B (CZ-5B).
Normalmente, la primera etapa de un cohete y sus impulsores auxiliares no están diseñados para alcanzar la órbita. Sus trayectorias están planificadas de modo que caigan en un área segura, generalmente en el océano.
Sin embargo, el caso del cohete Gran Marcha 5B es inusual porque este alcanzó la órbita en el despegue, en lugar de caer antes como es la práctica común. Eso significa que ya no se puede controlar por dónde volverá a entrar. Por lo tanto, su cuerpo vacío se encuentra ahora en una órbita casi circular alrededor de la Tierra, donde está siendo arrastrado hacia un reingreso incontrolado.
El impulsor del núcleo, que es la parte que caerá, pesa alrededor de 22.5 toneladas, aproximadamente del tamaño de un edificio de 10 pisos. Los científicos esperan que entre 5 y 9 toneladas sobrevivan el reingreso e impacten la superficie de la Tierra. Además, advierten que más del 88% de la población mundial vive bajo la huella potencial del sitio donde aterricen.
Los expertos en el Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada (CORDS por sus siglas en inglés) de la Corporación Aeroespacial están rastreando activamente la trayectoria del cuerpo del CZ-5B. De acuerdo con sus predicciones, chocará contra la Tierra este sábado 5 de noviembre a las 4:51 UTC, con un margen de error de 14 horas.
Por su parte, los Centros de Operaciones de Seguimiento y Vigilancia Espacial de la Unión Europea (EUSST por sus siglas en inglés) prevén un reingreso a última hora del viernes o el sábado.
Dado que la pieza de escombros del cohete se mueve a más de 27 mil kilómetros por hora, una variación de unos pocos minutos en las estimaciones significa una la diferencia de cientos de kilómetros en el lugar de impacto.
“La incertidumbre de dónde caerán finalmente los grandes escombros presenta un nivel de riesgo para la seguridad humana y daños a la propiedad que está muy por encima de los umbrales comúnmente aceptados”, advirtió el CORDS.
Factores como la forma descontrolada de descenso y su tamaño, que es demasiado grande para quemarse por completo en la atmósfera terrestre, presentan riesgos lo suficientemente altos como para requerir una preparación preventiva adicional en todo el mundo, recalcó el Centro.
Reingresos similares descontrolados de cohetes Gran Marcha ocurrieron en 2020, 2021 y, más recientemente, en julio de 2022, de los cuales dos resultaron en un gran aterrizaje de escombros cerca de áreas pobladas. Los escombros de de este año cayeron en el océano frente a la costa de Filipinas.
De acuerdo con el Tratado del Espacio Exterior de 1967 de las Naciones Unidas, los países conservan la propiedad de los objetos que lanzan al espacio, incluso después de que esos objetos vuelvan a entrar y regresen a la Tierra.
El país que lanzó el objeto, en este caso China, podría solicitar la devolución de las partes que sobrevivieron al reingreso. El tratado también dice que dicha nación es responsable internacionalmente por daños y perjuicios.