Julio, Isidro y José Trinidad Baldenegro eran defensores del bosque, su férrea decisión por conservar la naturaleza y su riqueza les costó la vida. Ellos vivían en la comunidad de Coloradas de la Virgen, ubicada en Baborigame.
Coloradas de la Virgen se ubica a casi 8 horas de la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, rica en recursos minerales y madereros, una de las razones por la cual varios caciques han emprendido la “cacería” de los defensores, ello apoyados de grupos criminales dedicados a la tala ilegal y siembra de enervantes.
Los criminales siembran el terror en la zona, situación que los ha obligado a desplazarse, pero también a buscar un lugar seguro para sus familias, debido a que los homicidios son constantes al oponerse a la tala del bosque.
En el sexenio anterior (2012-2018) se contabilizaron al menos los asesinatos de 47 periodistas y 161 personas defensoras de derechos humanos, lo cual caracterizó a México como uno de los países más peligrosos para la defensa de derechos humanos, especialmente quienes defienden el medio ambiente y el territorio, particularmente personas pertenecientes a pueblos indígenas y personas campesinas, así como aquellas que realizan el ejercicio periodístico.
Desde la entrada del nuevo gobierno, el 1 de diciembre de 2018, y a la fecha, los altos niveles de violencia contra personas defensoras y periodistas continúan. En 2019 fueron al menos 21 personas defensoras y 10 periodistas. Desde 2020, a pesar de la emergencia sanitaria, la violencia se ha incrementado, son al menos 12 defensores de derechos humanos asesinados, 10 de ellas defensoras del medioambiente y muchos periodistas, siendo los estados con mayores índices de violencia: Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Puebla, Morelos, Estado de México, Chiapas y Chihuahua.
De acuerdo con el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, tanto defensores como periodistas continúan enfrentando intimidación y hostigamiento, amenazas, agresiones físicas y digitales, detenciones arbitrarias y judicialización, hasta el asesinato; estos actos provienen principalmente de parte de servidores públicos, y en segundo lugar, de parte de particulares, a través de empresas y actores del crimen organizado.
En Chihuahua las comunidades indígenas son el principal hábitat de los criminales que buscan apoderarse de su territorio ancestral. Los habitantes son indígenas dedicados a las actividades primarias para lograr su subsistencia. En Guadalupe y Calvo la violencia obliga a sus nativos residentes a abandonar tierras y parcelas, luego los taladores aprovechan para depredar el bosque y sembrar enervantes.
Desde 1980, las familias de Coloradas de la Virgen han sido desplazadas de manera forzada. Julio Baldenegro, padre de Isidro y José Trinidad fueron de las primeras víctimas de los grupos armados en su intento de apropiarse del territorio para la siembra de enervantes y tala ilegal.
Al morir Julio, Isidro continuó con la defensa del bosque. El ambientalista fue asesinado el domingo 15 de enero de 2017, luego de recibir numerosas amenazas de muerte a consecuencia de su activismo. Recibió el Premio Goldman por su activismo ambiental en 2005.
José Trinidad, hermano de Isidro, fue asesinado la mañana del 7 de marzo en su vivienda cuando salía a trabajar. Un grupo armado de al menos 8 hombres ultimó a José Trinidad y forzó al resto de la familia a abandonar la comunidad, antes de incendiar la vivienda. Hasta el momento no se han dado a conocer resultados del operativo desplegado por la Fiscalía General del Estado para esclarecer el homicidio.
Esta comunidad es presa del crimen organizado, algunos de los habitantes se encuentran desplazados en otras partes de la sierra e incluso en la capital del estado, ansían regresar, pues su cosmovisión es que son como los árboles, tienen pequeños brotes, en esa tierra fueron sembrados y sus hijos están creciendo, por lo que no pueden ni quieren abandonar el territorio.