El Congreso de Chihuahua ratificó a César Jáuregui como nuevo fiscal general del estado, cargo para el que fue propuesto por la gobernadora María Eugenia Campos y al que llega a pesar de que ha sido acusado de recibir sobornos durante la administración del priista César Duarte, hoy vinculado a proceso por presuntos actos de corrupción.
La ratificación de Jáuregui ocurrió el miércoles en una sesión del Congreso local. El nombramiento fue aprobado por 23 votos a favor, de acuerdo con un comunicado del gobierno del estado.
Jáuregui ocupa la posición que dejó vacante Roberto Fierro Duarte, quien ahora es secretario particular y jefe de Oficina de la gobernadora.
Hasta antes de ser propuesto como fiscal, Jáuregui era secretario de Gobierno en la administración de Campos, es decir, tenía el segundo cargo más importante dentro del Poder Ejecutivo local.
También ha sido diputado local y secretario del Ayuntamiento de Chihuahua capital, así como colaborador de Campos por varios años. Ambos son militantes del PAN.
En los últimos años, el hoy exgobernador Javier Corral (2016-2021), también panista, acusó a Campos, Jáuregui y otros políticos locales de haber recibido sobornos de parte de la administración del priista César Duarte (2010-2016), quien fue detenido en Estados Unidos y después extraditado a México, y actualmente está vinculado a proceso por presuntos actos de corrupción.
Públicamente, los señalados han negado que hubieran recibido sobornos de parte de Duarte, aunque la semana pasada el diario El País informó que, en su declaración ministerial, Jáuregui reconoció que él y la gobernadora sí recibieron sobornos entre 2014 y 2015.
Tras su ratificación, Jáuregui dijo que pondrá todas sus capacidades para atender la “enorme responsabilidad” de dirigir la fiscalía de Chihuahua.
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