Un Juez de Estados Unidos rechazó retirarle cuatro cargos al extitular de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna.
De acuerdo con el juez de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, no hay elementos para retirar los cuatro cargos por narcotráfico contra el exfuncionario; cargos que le imputan las autoridades norteamericanas.
El juez, Brian Cogan, desestimó lo dicho por el abogado de oficio de Genaro García Luna, César Castro; por lo que, señaló que en el juicio podrán desahogar las pruebas que demuestren que su cliente es inocente de los cargos que se le señalan.
Y es que, el Departamento de Justicia de Estados Unidos relaciona al exfuncionario panista con el Cártel de Sinaloa.
La información que presentaron las autoridades estadounidenses, señala que García Luna traficó drogas ilícitas a Estados unidos, desde el 2001 hasta el 2019.
Para sustentar sus señalamientos, la defensa de García Luna recibió documentos que demuestran las relaciones del exfuncionario con el Cártel de Sinaloa.
El juicio contra el extitular de la Agencia de Investigación Criminal (AFI), durante el sexenio de Vicente Fox, será el próximo 9 de enero del 2003; por lo que, en caso de ser declarado “culpable” podría alcanzar una pena mínima de 23 años, o cadena perpetua.
Mientras que el Departamento de Justicia asegura tener pruebas y testigos, para mantener sus acusaciones en contra de García Luna; sin embargo, el exfuncionario tiene la oportunidad de convertirse en testigo cooperante de las autoridades norteamericanas.
La dimensión de las acusaciones va más allá del propio personaje encarcelado y afecta directamente al expresidente Calderón, quien fue su jefe directo y, además, el responsable histórico de desatar una guerra contra el narcotráfico
en la que el operador policial de máximo nivel habría puesto la institución a su cargo al servicio de un segmento de uno de los principales cárteles presuntamente combatidos: el de Sinaloa, en un grave trastocamiento criminal del poder público.
Dado que su máxima obra heredada a la nación ha sido justamente dicha guerra
, cuyas consecuencias se siguen padeciendo, habría de suponerse que Calderón Hinojosa intentara alguna forma de explicación de la corresponsabilidad que le toca o que con prudencia se hubiera mantenido en la penumbra.
Pero no ha sido así: en respuesta a las naturales preguntas sobre lo sucedido con García Luna, la SSP de 2006 a 2012 y los cárteles infiltrados y dominantes en ese mismo periodo, Calderón Hinojosa ha usado el más elemental e increíble de los argumentos: no supo y no sabe nada. Por otra parte, ha mantenido pleno activismo cínico, en busca de contar con un partido propio (México Libre) e incluso impulsando la pretensión de ascenso hacia la Presidencia de la República de otra partícipe destacada de su grupo, Margarita Zavala, ahora diputada federal.
De instalarse el jurado para el caso García Luna al inicio del año en puerta, y de mantenerse en las instancias de poder de Estados Unidos la disposición de entregar el enorme cúmulo de pruebas que se ha dicho una y otra vez que se cuenta contra el policía del calderonismo, 2023 será el año de la exhibición de la criminalidad institucionalizada durante ese sexenio y, aparte de la penalidad específica que se asignara a García Luna, quedaría confirmada la que en términos históricos y sociales corresponde a quien fue siniestro ocupante panista de la casa presidencial.