El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este miércoles que el domingo 27 de diciembre encabezará una marcha desde el Monumento a la Independencia hasta la explanada del Zócalo, en Ciudad de México.
“Nos vamos empezar a reunir a las 9:00 para que no nos pegue mucho el sol (…) Yo voy a marchar”, informó el mandatario durante su habitual conferencia matutina.
López Obrador precisó que el motivo de la movilización es para celebrar que su administración cumple cuatro años en el poder y por la presentación del cuarto informe de Gobierno trimestral. Del mismo modo, reconoció que la marcha servirá como termómetro político para su gestión: “Para ver si la gente está también contenta con la transformación, si vamos bien”, aseveró.
La fecha del informe de Gobierno, originalmente pautada para el 1 de diciembre, se cambiará para el domingo de la marcha, con el fin de integrar los dos eventos en un mismo día, y que no coincida con una jornada laborable.
Respuesta en las calles
Más allá del cambio de fechas para la coincidencia de dos eventos, la convocatoria a la movilización ocurre días después de que la oposición marchara en México contra una reforma electoral propuesta por López Obrador.
El domingo pasado, en varias ciudades de México, se registraron marchas en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), un ente autónomo que el mandatario pide reformar y que, en las últimas semanas, ha estado en el centro del debate en el país.
El lunes, López Obrador consideró que la movilización de la oposición se realizó “en contra de la transformación que se está llevando en el país”, y a favor de los “privilegios” que ciertas clases políticas tenían antes de su llegada el poder.
“Los que se manifestaron ayer lo hicieron en contra de la transformación que se esta llevando en el país, lo hicieron a favor de los privilegios que ellos tenían antes del gobierno que represento, lo hicieron a favor de la corrupción, lo hicieron a favor del racismo, a favor del clasismo, de la discriminación”, dijo el mandatario el lunes.
Plan “b”
A inicios de este semana, el presidente mexicano admitió que es probable que su iniciativa de reforma no sea aprobada en el Congreso, ya que estos cambios requieren modificaciones de carácter constitucional.
En México, para modificar la Constitución es necesario contar con la aprobación de dos terceras partes de los votos de diputados y senadores, algo con lo que no cuentan los aliados del presidente en la Legislatura.
Sin embargo, López Obrador ya anunció que contempla presentar un “plan B” para introducir algunas reformas en el INE, sin que los cambios sean incorporados a la Carta Magna, aunque es probable que ciertas modificaciones choquen con el blindaje constitucional con el que cuenta el sistema electoral mexicano.
Entre las pocas medidas que el presidente reconoció que se pueden introducir al INE, a través de su ley secundaria, se encuentran la reducción de su presupuesto y la regularización de los monederos electrónicos para evitar la compra de los votos, según explicó el mandatario este miércoles.