La Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmó la muerte de Jesús Hernández, acusado del feminicidio de la cantante Yrma Lydya, en el Reclusorio Norte.
Indicó que hoy el abogado manifestó sentirse mal y fue trasladado al servicio médico del centro, donde se le brindaron las atenciones médicas para reanimarlo, sin embargo a las 10:45 horas, fue diagnosticado sin signos vitales.
Cabe señalar que el pasado 12 de septiembre tuvo un infarto cerebro vascular y se le realizaron tomografías debido a una condición de salud delicada.
El abogado, Jesús N, esposo y presunto feminicida de la cantante Yrma Lydya, rompió el silencio poco antes de fallecer desde el Reclusorio Norte, donde se encontraba internado desde el pasado 23 de junio.
En entrevista con el periodista Mario A. Salgado Becil en septiembre pasado, el acusado de matar de tres disparos a Yrma Lydya en el restaurante Suntory en la Ciudad de México, señaló que nunca conoció realmente a la persona con quien se casó y según él, ahora trata de descubrir quién fue realmente.
“No sé con quién me casé, no sé si estuve casado, no sé si era su nombre y quién era. No sé quién es ella y si hablo de la muerta, es para tratar de averiguar quién era. Yo me casé con una muchacha que, acompañada de su madre y de su abuela, quienes me decían que era virgen, que nunca había tenido a nadie en su vida amorosa”, señaló.
“Nunca me casé con la mujer que falleció, es una desconocida para mí. No sé su edad, nunca conocí a su padrastro, todas las direcciones que me daban eran falsas, fue registrada nueve años después de que nació, existen dos actas de nacimiento diferentes, no tiene antecedentes escolares”, añadió en la entrevista.
Al ser cuestionado si durante su matrimonio con la cantante ejercía violencia física sobre ella, él respondió: “ella me pegaba a mí; no tengo fuerza en las manos, tampoco en los brazos ni en las piernas desde que me operaron de la columna”.
Asimismo, aprovechó para aclarar que él fue quien le pidió el divorcio a la cantante pues ya no estaba a gusto con la cantante a quien acusó de diferentes ilícitos.
“Fui yo quien le pidió el divorcio; ya no estaba a gusto con sus escapadas y sus arbitrariedades y todo lo que me robaba y se llevaba de la casa (…) Ella me llamaba a todas horas diciéndome que iba a cambiar, que corregiría todo. Tenía acceso a mi computadora, acceso a algunas de mis cuentas, confiaba en ella”, declaró Jesús “N”.