El crecimiento desmedido de la mancha urbana provocó que, desde hace treinta años, Delicias se convirtiera en una “isla térmica”
El crecimiento desmedido de la mancha urbana provocó que, desde hace treinta años, Delicias se convirtiera en una “isla térmica”, fenómeno que generó cambios en el comportamiento de las precipitaciones pluviales, pues mientras llueve abundantemente en un sector de la ciudad, en otro puede no caer una sola gota de agua.
Florencio Rodríguez Loera, meteorólogo originario del vecino municipio de Meoqui, explicó que el avance de la urbanización, en detrimento de las áreas verdes y zonas arboladas, ha convertido a Delicias en una “isla” de calor, el cual, cuando asciende a la atmósfera, causa que las nubes “se desbaraten”.
“Estamos comiéndonos las áreas verdes. Muy sencillo: usted tiene un jardincito, quite ese jardín y ponga cemento, se le va a elevar la temperatura a cuarenta grados. Eso es lo que se está creando en Delicias. Entonces, nos estamos comiendo áreas verdes y la temperatura comienza a subir, va el calor hacia arriba y empieza a desbaratar a las nubes, y las nubes tienen que buscar un lugar, se arrinconan, se arremolinan y crean aguaceros en ciertas partes de la ciudad de Delicias”, ilustró el experto del clima.
El mismo fenómeno ocurre en la ciudad de Chihuahua, donde las precipitaciones más copiosas se presentan en el norte y sur, pues la mancha urbana ya “brincó” la sierra de Nombre de Dios y se construyeron fraccionamientos nuevos cerca del aeropuerto, al igual que por las salidas a Cuauhtémoc y Ciudad Juárez, señaló el ingeniero Rodríguez Loera
Igualmente, las temperaturas son variables dependiendo del sector, de uno a dos grados centígrados, lo cual es significativo para Delicias, destacó Florencio Rodríguez, quien señaló que los valores más frescos se registran en aquellas zonas cercanas a las tierras de cultivo.
QUÉ ES UNA ISLA DE CALOR
Las islas de calor son un fenómeno que se produce en aquellas zonas urbanas que experimentan temperaturas más altas que las zonas circundantes debido a la actividad humana. La causa principal son la acumulación de estructuras, como edificios, aceras o asfaltos, que absorben más calor y lo liberan más lentamente, al revés que parajes naturales como bosques, ríos o lagos. A esto se suma el calor y la contaminación generada por el tráfico y la industria. Todo ello agrava las consecuencias del cambio climático en las ciudades y disminuye la calidad de vida de sus habitantes.
El efecto isla de calor
El efecto isla de calor se caracteriza, por provocar una temperatura mayor en las ciudades que en sus alrededores —pueblos, zonas residenciales, zonas agrícolas, etc.— y es más acusado por las noches, sobre todo en invierno. La temperatura media anual del aire de una ciudad con un millón de habitantes o más puede ser de entre 1 ºC y 3 ºC más alta durante el día respecto a su periferia, mientras que por la noche esa diferencia puede dispararse, incluso, hasta los 10 °C.