La desconexión se llevó a cabo en un conducto que conduce del Pozo 8 de la JMAS a la línea Tabalaopa-Aldama.
Ahí, autoridades detectaron que decenas de granjas llenaban albercas, usaban el vital líquido para riego de árboles, áreas verdes e incluso se detectó la comercialización del agua.
Ante esto, agentes Ministeriales procedieron a llevar a cabo las indagatorias correspondientes para integrarlas a carpetas de investigación y llevar ante los jueces a los responsables de este presunto robo de agua.
Con ayuda de una retroexcavadora se procedió al rompimiento de las tuberías de las granjas que usaban esta agua de forma ilegal.
Este tipo de hechos son un delito y se actuará conforme a la ley contra quien resulte responsable.