En una medida pionera para luchar contra el cambio climático, Dinamarca será el primer país que grava fiscalmente a sus ganaderos por las emisiones de metano de sus animales. El metano, aunque menos abundante que el CO2, es 30 veces más caliente y la ganadería es responsable del 32 % de las emisiones de este gas.
El impuesto debe ser aprobado en el Parlamento de 179 escaños, el Folketinget, pero se espera que se apruebe tras el amplio consenso alcanzado.
La medida llega tras meses de protestas de agricultores de toda Europa contra las medidas y normativas de mitigación del cambio climático que, según ellos, les están llevando a la quiebra.
La Sociedad Danesa para la Conservación de la Naturaleza, la mayor organización medioambiental y de conservación de la naturaleza de Dinamarca, describió el acuerdo fiscal como “un compromiso histórico”.
“Hemos logrado alcanzar un compromiso sobre el impuesto de CO2, que sienta las bases para una industria alimentaria reestructurada, también a partir de 2030”, declaró su directora, Maria Reumert Gjerding.
La ganadería es responsable del 32% de las emisiones de metano
Según los datos más actualizados de Statistic Denmark, en junio de 2022 había 1,4 millones de vacas en el país escandinavo. Una vaca danesa típica produce unas seis toneladas métricas de CO2 al año.
Dinamarca, que es un gran exportador de productos lácteos y carne de cerdo, también impondrá impuestos a los cerdos, pero las vacas producen emisiones mucho mayores.
Aunque el dióxido de carbono suele recibir más atención por su papel en el cambio climático, el metano atrapa unas 87 veces más calor en una escala temporal de 20 años, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la ganadería es responsable del 32% de las emisiones de metano de origen humano.
Nueva Zelanda aprobó una ley similar a la de Dinamarca en 2022, pero la legislación se desechó recientemente tras la reacción del sector agrícola, y tras el cambio de Gobierno en 2023.
Nueva Zelanda dijo que excluiría la agricultura de su régimen de comercio de derechos de emisión en favor de explorar otras formas de reducir el metano.